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La moral alta soporta las dificultades.

La Isla Robben hoy es un museo y un atractivo destino turístico, es una pequeña isla de 6 kilómetros de diámetro que se encuentra a 12 kilómetros de la costa de Sudáfrica. Durante el final del siglo XIX sirvió como colonia de leprosos para separarlos de la ciudad, también fue un centro de salud mental y una base naval. Pero todos estos escenarios no son los únicos responsables de la atracción que tiene la pequeña isla. La fama de esa pequeña isla, radica en que durante el siglo XX fue una prisión que albergó a uno de los presos políticos más famosos.

Durante 27 años, tras un juicio injusto, y con la finalidad de debilitar a los opositores del Apartheid, un régimen político que daba ventajas a la minoría blanca y separaba a los nativos africanos, Nelson Mandela estuvo recluido en esa prisión. Olvidado del mundo, procuraba mantenerse activo mientras recordaba fielmente sus ideales.

En 1964 Mandela fue condenado en el juicio de Rivonia por sabotaje y conspiración. En 1990 fue liberado y se convirtió en una pieza clave del proceso de democratización de su país, en 1994 fue electo presidente de Sudáfrica. Conquistó más de 250 reconocimientos y galardones, entre ellos el premio nobel de la paz en 1993. Sus estudios en derecho lo hicieron entender la justicia y su sensibilidad social lo animo a perseguir un ideal de libertad e igualdad en su pueblo.

Cuando finalmente fue liberado, Mandela decidió perdonar al régimen que lo apresó, él sabía que si no perdonaba a sus detractores cargaría, durante toda su vida, con su propia cárcel.

¿Qué tipo de voluntad mantenía firme a Mandela?, sus ideales no solo se mantuvieron, sino que se hicieron más fuertes, tanto que al obtener su libertad no se volvió una imagen de venganza, sino de perdón. La fuerza de un principio, pero la convicción de un ideal, hizo que Mandela soportara este largo periodo que hoy sabemos no fue de condena, sino de formación.

Sin lugar a dudas la condición en la que se encontraba Mandela en su prisión no era cómoda, ni digna de un ganador, tenía dos posibles consecuencias, destruirse o construirse. Ante esa disyuntiva se debe mantener firme el rumbo, entender el propósito y saber que se vive una etapa difícil que alimenta su desarrollo, así se enfrenta una situación crítica, altamente moralizado.

Así como en los individuos, los equipos con una alta moral están preparados para enfrentar un periodo crítico. Hay equipos, como también personas, que están hechos para resistir momentos difíciles, para levantarse ante la derrota y para mantenerse firmes ante las difíciles condiciones.

La ley de la moral alta que escribió John Maxwell enseña: Cuando un equipo tiene la moral alta no solamente debe tratar con cualquier circunstancia que se le presente; crea sus propias circunstancias.

Cuando el equipo tiene una moral escasa, además del desánimo colectivo se observa que el líder deba hacer todo, un equipo con una moral baja, el líder hace las cosas productivas, cuando la moral de un equipo es moderada al líder le toca hacer las cosas difíciles y cuando la moral es alta el líder hace pocas cosas.

Nada duele cuando se está ganando, un equipo altamente moralizado está listo para actuar.

Te invito a reflexionar: ¿Qué tanto has preparado a tu equipo, para enfrentarse a situaciones críticas?