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La excelencia es una constante en el mundo corporativo. Es la herramienta idónea ante la competencia. Cada día los retos, las expectativas y metas nos llevan a una mayor exigencia, en otras palabras, a tomar un camino que nos hace mejores, un camino de excelencia.

En 1976 el presidente norteamericano Jimmy Carter, publicó un pequeño pero muy poderoso libro, su título es una solitaria pregunta pero que dejaba en los lectores una seria reflexión: “¿Por qué no lo mejor?”, por un momento piensa en esa pregunta, se ve sencilla, simple, pero estoy seguro que si la repites con toda tu atención te mostrará áreas en las que no hemos decidido lo mejor.  Y, ¿por qué lo hacemos?, pareciera sencillo pero lo cierto es que no siempre elegimos o hacemos lo mejor.

En LIDERE Consulting, sabemos que la excelencia se integra por una atención a los detalles, enfocar siempre a una alta calidad y anticipación a las circunstancias. Esto representa un enfoque en el presente, con una imagen de futuro y aprovechando todos los elementos de la experiencia que el pasado entrega para que las acciones se dirijan a lo mejor.

Un elemento indiscutible para la excelencia es la disciplina, que es orden y respeto por los objetivos, las metas y en general la visión que nos hemos fijado. El líder hace acciones, disciplinadas, que lo llevan a mejorar constantemente, su enfoque en los detalles le permite saber qué debe hacerse y encontrar los “cómo” para alcanzarlo. La excelencia significa utilizar al máximo las facultades y adquirir estrategias para el éxito de las propias metas a nivel personal y social.

Debemos tener siempre claro que la mejora no está en las intenciones, ellas no generan más que combustible útil para iniciar algo, el cambio verdadero proviene de las acciones. Las intenciones nos impulsan, pero si no llegamos a la acción, por más fuerte que sea la intención es inútil.

El liderazgo y la pasividad no parecen combinar, al contrario, el líder debe moverse, actuar. El liderazgo no es una elección o una intención, es una acción. Se trata siempre de construir.

Mira lo que afirma el doctor John Maxwell sobre el enfoque y sobre todo en dejar las intenciones y pasar a las acciones; los líderes entienden que deben actuar en el momento correcto, y desarrolló una matriz en la que podemos profundizar un poco más en el pensamiento de alto enfoque:

  • Una acción equivocada en el momento incorrecto es igual al desastre.
  • Una acción correcta en el momento incorrecto es igual a la resistencia.
  • Una acción equivocada en el momento correcto es un error.
  • Una acción correcta en el momento correcto es igual al éxito.

La excelencia está en esas pequeñas cosas que pasan cuando la eficiencia se vuelve hábito, cuando la disciplina se torna común y el enfoque una guía de mano, está en la atención a los detalles y la anticipación a la situación.

Si quieres aprender más sobre la excelencia, te recomendamos escuchar el podcast de liderazgo de John Maxwell con Juan Vereecken en: www. podcastdeliderazgodejohnmaxwell.com